¿Qué es un Jubileo?
Un jubileo es una gran fiesta en la que la Iglesia Católica conmemora un acontecimiento o un aniversario especial.
El Papa Bonifacio VIII inauguró el primer jubileo de la Iglesia en 1300. La historia nos muestra el entusiasmo con el que el Pueblo de Dios ha vivido siempre los años jubilares, viendo en ellos, de una forma más intensa, una invitación de Jesús a la conversión. Sin duda, recordaremos todos, de forma particular, el último jubileo de la Misericordia (2015-2016) o el del año 2000.
De la misma manera que el Papa inaugura los Jubileos de la Iglesia universal, cada obispo puede inaugurarlos en su diócesis con motivo de un acontecimiento especial.
¿Por qué un Jubileo en Alençon?
Alençon es el lugar donde se celebró el matrimonio de Luis y Celian-por lo civil en el Ayuntamiento, el 12 de julio a las 22h y, a continuación, en la iglesia de Nuestra Señora, hoy Basílica, por la Iglesia- poco después de su primer encuentro en el puente sobre el río Sarthe de dicha ciudad, en la primavera de 1858.
En Alençon también nacieron sus nueve hijos y vivieron su vida familiar hasta la muerte de Celia en 1877.
La Iglesia ha presentado a los santos Luis y Celia -después de que fueran canonizados por el Papa Francisco, el 18 de octubre de 2015- como ejemplo de lo que hoy debe ser un matrimonio y una familia. En la historia de la Iglesia, son los primeros esposos canonizados juntos.
Este jubileo del 160º de su matrimonio es una oportunidad para que todos los fieles puedan descubrirn-en el mismo lugar donde la vivieron- la vida de los santos Luis y Celia, padres de santa Teresita de Lisieux- la “santa más grande de los tiempos modernos” (San Pío X)- y que aún es poco conocida.
Ganar la indulgencia plenaria
La indulgencia plenaria es un gracia que podemos ofrecer a Dios, bien por nosotros mismos, bien por una persona fallecida. Durante este año jubilar la podemos ganar en el Santuario de Alençon. La indulgencia plenaria borra el desorden causado por el pecado.
Las condiciones exigidas para ganar esta indulgencia plenaria son las siguientes: estar en gracia de Dios, pedir perdón de los pecados, confesarse, recibir la Eucaristía, rezar por las intenciones del Papa y venir en peregrinación al Santuario de Alençon durante el año jubilar.